sábado

UNA MANO DE HIELO


Se me rompió el alma 
de pronto en mil pedazos, 
se me borró el espacio 
de aquella habitación... 
yo vi un trozo de cielo 
y a la vez, como un rayo, 
una mano de hielo 
me apretó el corazón.  

Llevabas en el pelo 
tan rubio, el Sol brillando, 
tus ojos eran lagos, 
tu boca, tentación; 
no supe dónde estaba, 
sólo supe que había 
una mano muy fría 
que apretó el corazón. 

Hablabas, contestaba, 
no sé qué me decías, 
allí estaba mi vida 
y enfrente estaba yo; 
qué distinto pensarte, 
soñarte, a verte viva, 
el pasado, de un golpe, 
en el alma estalló. 

Y para que no vieras 
en un hombre, una lágrima, 
salí de aquella estancia 
sin siquiera un adiós; 
en la calle, la gente 
no supo que, en silencio, 
una mano de hielo 
me partió el corazón 

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