sábado

LA MIRADA LIMPIA


Hoy me sentí cansado de repente 
y la culpa tus ojos la tenían, 
cuando limpios, azules, me pedían 
tan solo la verdad, desde tu frente. 
 
¡Y la verdad, mi vida, te decía! 
pero a falso sonaba, y en mi mente 
el pasado miraba mi presente 
y vengativo, hiriente, se reía. 
 
Por qué no tendré limpia la mirada, 
por qué no tendré el alma fuerte y buena 
y nada que ocultarte, nunca nada… 
 
y así sentir fluirme por las venas 
una vida distinta, apasionada, 
para unirse a la tuya, Macarena

domingo

HORAS AZULES

 

Horas,
horas azules…
horas que envueltas en tules
de inciertos caminos vagáis al azar.

Si sois
a veces calladas,
si sois generosas y estáis impregnadas
de encanto y sonrisa,
qué triste el viviros
deprisa, deprisa.

Horas,
horas borradas,
horas que en tiempo enterradas
de inciertos caminos vagáis al azar.

Os vais,
os vais presurosas,
calientes y dulces, amigas preciosas
de sueño y poesía,
me dejáis tan solo
sabor de recuerdo y gusto salado
de melancolía.

Horas,
horas perdidas,
horas que en rosa encendidas
de inciertos caminos vagáis al azar.

Mas sé
que mucho me dais
allá, desde el tiempo donde os ocultáis,
mis horas azules
que yo tuve un día...
sin vosotras ¿Cómo
las que tengo ahora vivirlas podría?

sábado

EL RENCOR


Recuerdo tus palabras, tus promesas al amanecer,
pero el tiempo nos arrastra, y no pude entender.
Quizás fue mi miedo, o el temor a lo eterno,
tu amor no es mi refugio, ahora es tan pequeño.
Ahora me observas desde lejos,
en la distancia no esperas
y el amor que un día me diste,
se volvió indiferencia.

Y ahora el rencor me lo devuelves,
en tus ojos ya no hay compasión,
el amor que me ofrecías,
se fue quedando en el olvido,
en el viento como un grito,
una pena en el corazón.
Ahora sólo queda el rencor,
y mi alma lo sabe en esta canción.

Recuerdo tus palabras, tus promesas al amanecer,
pero el tiempo nos arrastra, y yo no pude entender.
Quizás fue mi miedo, o el temor a lo eterno,
tu amor no es mi refugio, ahora es tan pequeño.

Y ahora el rencor me lo devuelves,
en tus ojos ya no hay compasión,
el amor que me ofrecías,
se fue quedando en el olvido,
en el viento como un grito ,
una pena en el corazón.
Ahora sólo queda el rencor,
y mi alma rota en esta canción.

Y aunque diga tu nombre en la oscuridad,
sé que ya no me escuchas, no me vas a esperar.
El amor se convierte en polvo,
y el rencor lo hace eterno...

(Letra y música: J. De Lucas)
(Voz: P. Hernández)

domingo

TE PERDONO TODO


 Dicen que el amor propio no se debe entregar
que si alguien te traiciona no debes perdonar
pero yo no sé vivir si no estás aquí
aunque sé muy bien lo que me hiciste a mí.

He visto tus mentiras pintadas de carmín
mensajes en tu ropa que no son para mí
y aunque me duela el alma y la razón se va
mi corazón te pide una oportunidad.

Te perdono todo, hasta lo imperdonable
las noches compartidas, los besos desechables
te perdono el fuego que diste a otros cuerpos
pero no me dejes, quédate en mi invierno.

Te perdono todo, con tal de que me abraces
aunque sé que tu amor desnuda lo repartes
no me quites también la ilusión que me queda
si te vas, mi vida se me va con ella.

No soy un santo, lo sé, también he fallado
pero nunca mentí cuando dije: “te amo”
quizá soy débil, quizá es obsesión
pero no sé arrancarte de mi corazón.

La casa está vacía si no escucho tu voz
aunque llegues tarde y no des explicación
prefiero tu sombra que esta soledad
prefiero tu engaño a no tenerte más.

Te perdono todo, hasta lo imperdonable
las noches compartidas, los besos desechables
te perdono el fuego que diste a otros cuerpos
pero no me dejes, quédate en mi invierno.

Te perdono todo, con tal de que me abraces
aunque sé que tu amor desnuda lo repartes
no me quites también la ilusión que me queda
si te vas, mi vida se me va con ella.

Dime que te quedas, aunque sea por costumbre
miente si hace falta, pero que no se derrumbe
este corazón que ya no sabe andar
si no va detrás de tu caminar.

Te perdono todo, mi orgullo se ha rendido
porque lo que más duele es no tenerte conmigo
te perdono el alma que ya no es solo mía
pero quédate... aunque sea por un día...

LETRA Y MUSICA: J. DE LUCAS
VOZ: A. BERNAL

lunes

POR EL CAMINO


No me canso nunca 
de escribir tu ruta, 
de seguir tu verde 
con afán de siempre, 
de volver al aire 
que despacio nombra 
tu pálida sombra 
al caer la tarde. 

En ese recodo 
por donde, a su modo, 
se besan la hiedra 
y la húmeda piedra, 
se me va el silencio 
a perder distancia, 
a saciar el ansia 
de encontrar recuerdos. 

Y así se despierta 
la página muerta 
de tanto sendero 
en amor y miedo, 
se despierta y grita 
el afán y el hambre 
de aquella otra sangre 
que regó mi vida. 

Huyendo la hora 
que cabalga sola 
sobre mi cabeza 
con muda certeza, 
el agua y el pino 
procuran consuelo 
a este viejo anhelo 
que cayó del nido. 

 Negral y castaño, 
algún desengaño 
entre la retama 
que a veces reclama 
antiguas promesas 
que no se cumplieron 
y que se perdieron 
por entre la jara. 

Le ruego al espliego 
que responde al ruego, 
al nogal vetusto 
que vivió lo justo... 
yo soy como un hueco 
que a pesar de todo 
nunca encontró el modo 
de sólo ser eco. 

El enebro mira, 
el helecho gira, 
el aire está quieto 
en su parapeto, 
un grillo desgrana 
al morir el día, 
una letanía 
de desesperanza. 

Y luego, a la vuelta, 
camino, en la cresta 
de las ancestrales 
veredas iguales, 
persigo reacio 
mi tímida llama, 
que bajo una rama 
se apaga despacio

PARA TUS VEINTE AÑOS


Para tus veinte años 
que me parecen lunas, 
escalera de nardos, 
atardecer de dudas... 
para tus veinte años 
salpicados de sueños, 
por si siguen soñando 
les dedico estos versos.  

Para veinte sonrisas 
que florecieron pronto, 
apretadas de prisas 
por abarcarlo todo, 
para veinte esperanzas 
que pusiste en el juego 
y que defiendes hasta 
oscurecer los miedos.

Para veinte canciones 
que escribiré en verano, 
una por cada sueño 
que se va realizando... 
para todo ese mundo 
adornado de azules, 
porque siga tu rumbo 
y que el Sol te deslumbre.  

Esa flor encendida 
que te baila en el alma, 
donde está su guarida 
amaneciendo intacta... 
para veinte milagros 
de coraje y ternura... 
para tus veinte años 
que me parecen lunas



domingo

LA TARDE OSCURA


 La tarde oscura
de invierno madrileño
que en Paradinas
tomaba yo café...
con tu vestido gris
enfrente del salón te vi,
y al verte tan bonita
me puse junto a ti.

La tarde moría en los espejos
soñaba el amor en los divanes
y todo yo temblé
en el momento aquel, mi bien,
que un poco temeroso
mi amor te declaré.

Tarde de invierno
anochecía en Madrid,
bar del recuerdo
donde a mi amor encontré...
dos mil dieciocho, qué lejos ya estás de mí...
Todo pasó
como una luz
que yo apagué....
Tarde de invierno anochecía en Madrid.

Tarde de invierno
anochecía en Madrid,
bar del recuerdo
donde a mi amor encontré...
dos mil dieciocho, qué lejos ya estás de mí...
Todo pasó
como una luz
que yo apagué....
Tarde de invierno anochecía en Madrid.

La tarde oscura
de invierno madrileño
que en Paradinas
tomaba yo café...
con tu vestido gris
enfrente del salón te vi
y al verte tan bonita,
me puse junto a ti.

Las luces de gas iban creciendo,
la noche llegaba lentamente
y al no verte venir
creyéndome de amor morir,
me fui de Paradinas
pensando solo en ti.

Tarde de invierno
anochecía en Madrid
bar del recuerdo
donde a mi amor encontré...
dos mil dieciocho, qué lejos ya estás de mí,
todo pasó
como una luz
que yo apagué....
Tarde de invierno anochecía en Madrid.

Tarde de invierno
anochecía en Madrid,
bar del recuerdo
donde a mi amor encontré...
dos mil dieciocho, qué lejos ya estás de mí...
Todo pasó
como una luz
que yo apagué....
Tarde de invierno anochecía en Madrid