jueves

VOSOTROS, LOS MARIDOS


 Vosotros, los maridos, 
sois bastante aburridos, 
los sábados, un rato, 
los domingos, partido; 
apenas dos palabras 
y enseguida a dormir: 
no me extraña que ellas 
aún se acuerden de mí. 

Vosotros, los maridos, 
habéis perdido el tino, 
no tenéis ni una gota 
de ese romanticismo 
que ellas tanto agradecen 
y su ausencia padecen, 
cómo no van a echarme 
de menos, tantas veces. 

No tenéis ni un detalle 
que sorprenda y que hable, 
una palabra a tiempo, 
una caricia suave, 
una mirada tierna, 
una sonrisa abierta, 
un "te quiero" en los labios 
que distraiga una pena. 

De puertas para adentro 
ellas son sólo objetos, 
propiedad conquistada 
que no requiere afectos, 
plantas que no se riegan, 
flores que se marchitan 
entre tanta rutina 
de renuncias y esperas. 

Vosotros, los maridos, 
cansados, distraídos, 
que dais tan poca cosa, 
que no entendéis su sitio, 
pensad que en otros tiempo 
ellas no eran así, 
por eso, no os extrañe 
que aún se acuerden de mí. 

Si a veces una sombra 
oscurece sus ojos, 
o quizás una lágrima 
se desata en su rostro, 
el motivo no es otro 
que los viejos recuerdos, 
ahora, en la distancia, 
aún habito sus sueños

No hay comentarios:

Publicar un comentario