miércoles

EL DESEO APAGADO


Cuando una mañana
desperté sin voz,
cuando la esperanza
se desvaneció...
no quedaban besos
para proseguir,
no quedaban sueños
para resistir.

Como aquel árbol me quedé
cuando el deseo se apagó,
y la ventana no se abrió después
dejando atrás el corazón.

Como aquel árbol que tembló
no hubo respuesta a su por qué,
ya era distinto a lo que fue una vez
cuando sus hojas desnudó.

Como aquel árbol me quedé
cuando el deseo se apagó,
y la ventana no se abrió después
dejando atrás el corazón.

Como aquel árbol que tembló
no hubo respuesta a su por qué,
ya era distinto a lo que fue una vez
cuando sus hojas desnudó.

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