lunes

LAS ROSAS


Miró hacia el vacío,
llenose del frío amargo y temprano del amanecer
y sin despedirse
y sin afligirse
se fue de este mundo para no volver.
Dejó cuatro cosas,
su casa, las rosas
de aquel jardincito que tanto cuidó,
su aldea pequeña
su hogar y su leña
y todo el fracaso que el tiempo le dió.
Dicen que cuando caía
aun se le oía gritar:
"por qué esta vida me han dado
si solo he logrado
sufrir y llorar"...
dicen que cuando moría
solo en sus rosas pensó
y delirando decía:
"por qué no podría
llevármelas yo".
Hoy muere su huerto
igual que él ha muerto,
hoy nadie sus rosas le quiso cuidar,
y al viento tiritan
y allí se marchitan,
quizá con su dueño quisieran estar.
Pero aquella rosa
tan grande y hermosa
que no se marchita, que vuelve a brotar,
dicen que es su alma
en forma de rosa,
la rosa más blanca de todo el rosal.


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