martes

LA CADENA DE CAUTIVO


 Puse alguna emoción a las esquinas 
de mi tiempo cualquiera, los segundos 
de esos que van y vienen, vagabundos, 
igual que aves errantes, golondrinas. 

Puse alguna emoción por los profundos 
laberintos de almas peregrinas, 
un respiro viajero a las rutinas 
de ambiguo perdedor, de trotamundos. 

Y le hice un quiebro al tiempo, pirueta, 
le puse al calendario una careta 
y al pasado un adiós definitivo; 

me grité con más fuerza que estoy vivo 
y olvidados dejé en la cuneta 
el miedo y la cadena de cautivo

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