domingo

LOS DIAS LABORABLES


A esa cafetería
los días laborables
derramando alegría
ella va por las tardes;

con sus ojos de ángel
y su pelo castaño
viene de esa oficina
desde casi hace un año.

El joven camarero
se superó en su mito
de servir el café
desde que ella vino,

e imagina un romance
que mantiene en silencio
y yo finjo que bebo,
obsevo, escribo y pienso...

A dónde vas Ester
yo también te vigilo
a dónde vas mujer
por ti también suspiro,

a dónde vas Ester
qué será de esta calle,
y yo qué voy a hacer
el día que te marches.

Una inquieta esperanza
aletea en la brisa
cuando ella saluda
con arpegios de risa;

abriéndole ventanas
a un deseo dormido
con su cuerpo de diosa
que insinúa el vestido...

tal vez se ha dado cuenta
que nos tiene embobados
que nos tiene prendidos
de la flor de su encanto...

ingenuo camarero,
absurdo parroquiano,
ya van quedando pocos
como tú y yo románticos.

A dónde vas mujer
yo también te vigilo
a dónde vas mujer
por ti también suspiro,

a dónde vas mujer
qué será de esta calle,
ni yo qué voy a hacer
el día que te marches.

A dónde vas Ester
yo también te vigilo
a dónde vas mujer
por ti también suspiro,

a dónde vas mujer
qué será de esta calle,
qué será de Javier
el día que te marches.

A dónde vas mujer
yo también te vigilo
a dónde vas mujer
por ti también suspiro,

a dónde vas mujer
qué será de esta calle,
ni yo qué voy a hacer
el día que te marches.

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