A mi mesa habitual del viejo bar
un día veintisiete ella llegó,
al piano, tocando estaba Dios
mi canción favorita: "Et maintenant".
Se sentó, yo miraba, me miró,
dos caballos pedí para empezar,
afuera comenzaba a lloviznar,
me sintió, la besaba, me besó.
La lluvia y el caballo me van mal,
me ponen, ya lo ven, sentimental,
la sentí, me besaba, la abracé...
cuando juntos salimos a bailar
fui derecho al piano: "¡ayúdame
Dios amigo, que no me tengo en pie!"
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