Yo era Otoño y me hice Primavera
porque alguien regaló luz de sus ojos
a las grises jornadas de la espera
y llenó de amapolas los abrojos,
porque alguien descorrió los mil cerrojos
que guardaban el alma prisionera
y cambió por sonrisas los enojos...
yo fui Otoño y me hice Primavera.
Yo era noche y me hice mediodía
porque alguien rescató mi sentimiento
de un sueño marginal donde vivía
sin encontrar su forma y su momento,
porque alguien se vistió toda de viento
y barrió mi tenaz melancolía,
porque alguien apagó mi desaliento...
yo fui noche y me hice mediodía.
Fui desierto y aparecieron rosas
brotando milagrosas de la arena
porque alguien se cuidaba de mis cosas
y cambió por sonrisas esas penas,
porque alguien se entregó a manos llenas
haciendo mis mañanas más hermosas,
fui desierto de pálidas arenas
y en la arena aparecieron rosas.
Por alguien que escribió en el pentagrama
de mi vida anterior, su melodía,
por alguien que avivó la tenue llama
que olvidada del Sol se consumía,
por alguien que hace tiempo me quería,
que fue mi corazón, que fue mi dama,
por alguien que volvió para ser mía,
que está cerca de mí y que me ama
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