Por esa mirada
atenta y sencilla
de un verde esmeralda
conque me fascinas,
quisiera que el viento
borrase tus sueños
de niña.
Por esa sonrisa
conque desvaneces
mi miedo y mi prisa,
mis viejos deberes,
quisiera entregarte
mi mundo, que en parte
ya tienes.
Por sueños que un día
pusiste en el aire,
cuando parecía
que ya era muy tarde,
por eso querría
que tú fueses mía
y de nadie.
Que el Sol se haga dueño
de mis desengaños,
de todos los sueños
de tus pocos años,
y pueda sentirme
feliz, al asirme
a tus brazos.
Que el cielo te lleve,
que el viento de cubra,
que de amor te llenen
el Sol y la Luna,
y apaguen las flores
tus vagos temores
de alumna
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