sábado

EL CUADRO QUE ME REGALASTE



 Caía el Sol, el aire dormitaba
en el regazo tibio de la tarde,
un pájaro amarillo desgranaba
esa canción que no aprendió de nadie.

Caía el Sol, sin prisa, y le dejaba
un paisaje dorado a aquel paisaje,
un perro que ladró, un niño estaba
reclamando la mano de su madre.

 De pronto se volvieron peregrinos
el aire y el paisaje y el camino
a tu cuadro, colgado en la pared...

y quise entrar al cuadro en ese instante,
porque lo hiciste tú, ser el papel
donde un trozo de ti me dibujaste

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