Hacía tanto frío que quedaron
heladas las miradas,
la noche fue tan larga que escaparon
promesas y palabras;
los vientos del Otoño apagaron
aquellas esperanzas,
hubo dos corazones atrapados
de olvidos y distancias.
Pero al volver a vernos se entornaron
de nuevo, las ventanas,
y aquella Primavera redoblaron
alegres, las campanas,
y así los sentimientos replegaron
sus quebrantadas alas
como pájaros tristes que anidaron
en el jardín del alma
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