Amor, no creas que yo
no echo de menos,
el sabor, el dulce sabor
de aquellos detalles pequeños...
que tú solías tener
llenando de vida nuestro ayer
y que sin querer
al paso del tiempo
dejaste perder.
Ese beso distraído
generoso y apagado,
tan furtivo, tan callado,
que pasaba inadvertido...
ese roce de tus manos
desgranado de ternura
esa estela de hermosura
que quedaba tras tus pasos...
esas palabras de amor
que brotaban de tus labios.
Amor, ya ves que es verdad
la poca importancia
que le das, queriendo olvidar
que el mundo lo escriben
detalles quizás...
y yo no te pido más
tan solo que vuelvas a llenar
mi vida, mi hogar
de aquellos detalles,
detalles sin más.
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