martes

EL REFUGIO


Quién no ha sentido la impresión
de ser la carne del cañón,
el que ha perdido tanto que
ya nada tiene que perder,
quién no ha sentido necesidad
de esconderse y llorar...

Mamá no cierres la puerta
por si algún día me ves volver
cansado, roto y sin fuerza
a refugiarme en la niñez...

Mamá no cierres la puerta
por si algún día me ves volver
cansado, roto y sin fuerza
a refugiarme en tu vejez.

Quién no ha buscado alguna vez
aquellos brazos del ayer,
donde sin miedo desahogar
todo el fracaso, la ansiedad,
quién no ha querido desertar
esconderse y llorar...

Mamá no cierres la puerta
por si algún día me ves volver
cansado, roto y sin fuerza
a refugiarme en la niñez...

Mamá no cierres la puerta
por si algún día me ves volver
cansado, roto y sin fuerza
a refugiarme en tu vejez.

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