jueves

LOS OLVIDADOS


Cerraron la tapa
crujió la madera
al echar la capa
de gruesa tiniebla...
el cura, una vieja
y el sepulturero
fueron la compaña
del mísero entierro.

Las hojas que vuelan
cayendo la tarde,
el olor de tierra
a tumba que se abre
y en el gran cortejo
de los olvidados
entró el pobre viejo,
entró el pobre viejo
miedoso y cansado.

Ni siquiera un nombre
registra la losa,
aquel pobre hombre
fue tan poca cosa
que toda su vida
quedó en un momento
borrada y perdida
y rota en el tiempo.

Y yo me pregunto
qué fue de aquel hombre
que ahora, sin nombre,
se pudre en la tierra,
que bajo dos piedras
desnudas y frías
a la tierra envía
a la tierra envía
lo que es de la tierra.

Qué fue de tu vida,
cuál fueron tus sueños,
cuáles tus mentiras
y tus pensamientos,
qué amores tuviste,
cuál fue tu trabajo
antes de morirte
y hundirte allá abajo.

Mas sé que tus cosas
son como las mías,
hagas lo que hagas,
vivas como vivas,
andar y de viejos,
miedosos, cansados,
entrar al cortejo
entrar al cortejo
de los olvidados.

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