viernes

COMO CASI SIEMPRE


Crepitaba el fuego,
en la piedra fría
y a la casa daba
sensación de vida;
ardía la leña
silenciosamente
y yo te quería,
y yo te quería
como casi siempre,
como casi siempre.
Se rompió un madero
y saltó una estela
radiante de fuego
por la chimenea;
tú te levantaste
dejando mis brazos
y luego juntaste,
y luego juntaste
aquellos pedazos,
aquellos pedazos.
Oímos el viento
rompiendo el silencio,
el fuego quemaba
y te iluminaba;
un beso pedían
tus labios ardientes
y yo te quería,
y yo te quería
como casi siempre,
como casi siempre.
Se apagó la llama,
buscamos la cama
y calor nos dimos
cuando nos quisimos;
y así, lentamente,
el fuego seguía
y yo te quería,
y yo te quería
como casi siempre,
como casi siempre,
como casi siempre.


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