A esa cafetería los días laborables
derramando alegría va Pilar por las tardes
con sus ojos de ángel y su pelo castaño
viene de esa oficina desde hace casi un año,
el joven camarero se superó en su rito
de servir el café desde que Pilar vino
se imagina un romance que mantiene en silencio
y yo finjo que bebo observo escribo y pienso.
¿A dónde vas Pilar? yo también te vigilo
¿a dónde vas Pilar? por ti también suspiro
¿a dónde vas Pilar? qué será de esta calle
no quiero ni pensar el día en que te marches.
Una inquieta esperanza aletea en la brisa
cuando Pilar saluda con arpegios de risa
abriéndole ventanas al deseo dormido,
con su cuerpo de diosa qué insinúa el vestido,
tal vez se ha dado cuenta que nos tiene embobados
que nos tiene prendidos de la flor de su encanto
ingenuo camarero, absurdo parroquiano,
ya van quedando pocos como tú y yo románticos.
¿A dónde vas Pilar? yo también te vigilo
¿a dónde vas Pilar? por ti también suspiro
¿a dónde vas Pilar? qué será de esta calle
no quiero ni pensar el día en que te marches,
¿a dónde vas Pilar? yo también te vigilo
¿a dónde vas Pilar? por ti también suspiro
¿a dónde vas Pilar? qué será de esta calle
no quiero ni pensar el día en que te marches
¿a dónde vas Pilar?
(Letra y música: Rodrigo G. Blanca)
(Canta: Javier De Lucas)

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