Recuerdo el rumor del mar
mezclado con risas y copas,
mi corazón sin un lugar
jugaba en la orilla con las sombras.
No había promesas, solo madrugadas,
y cada mirada encendía mi alma.
Fue el verano que amé a todas,
cuando la vida corría descalza,
cuando mi piel no pedía respuestas,
solo el calor de la madrugada.
El verano que amé a todas,
dejé mi nombre en bocas extrañas,
el tiempo volaba sobre las olas
y aún me persigue hoy su nostalgia.
Hubo un perfume de sal
y labios que nunca volvieron,
la música nunca paró,
ni los amores se arrepintieron
Entre las luces, el deseo y la nada,
quise quedarme, pero nunca anclaba.
Fue el verano que amé a todas,
cuando mi risa quemaba la playa,
cuando mis sueños eran llamaradas
que no sabían del mañana.
El verano que amé a todas,
dejé mi historia en canciones pasadas,
y aunque la vida me lleve de vuelta,
allí mi juventud descansa.
Hoy miro atrás con un vaso en la mano,
sonrío al viento que ya no es tan claro,
y en cada rostro que el tiempo borra
vuelvo a sentir que aún las amo a todas.
Fue el verano que amé a todas,
cuando la vida corría descalza,
cuando mi piel no pedía respuestas,
solo el calor de la madrugada.
El verano que amé a todas,
dejé mi nombre en bocas extrañas,
el tiempo volaba sobre las olas
y aún me persigue hoy su nostalgia
(Música y letra: J. De Lucas)
(Voz: A. Bernal)
No hay comentarios:
Publicar un comentario