Me quitaste de repente
el agua donde bebía,
el mar donde suavemente
mi barco se estremecía;
acostumbrado a tu pelo,
a navegar tu sonrisa,
me vi de pronto sin cielo,
sin el cielo de tu vida...
ahora dices que soy triste:
yo soy como tú me hiciste.
Acostumbrado a tu alma,
a moverme por tus sueños,
mi vela quedó apagada
en mitad de aquel Invierno;
fui viajero del silencio,
me vestí con la distancia,
anochecí con el hielo
y amanecí sin el alba...
ahora dices que soy triste:
yo soy como tú me hiciste.
Ahora que de nuevo vuelves
a transitar mi camino,
el gris ya me pertenece,
todo se ha vuelto distinto;
qué daño me hiciste el día
que abandonaste mi huella,
que borraste mi sonrisa
y anocheciste mi pena...
ahora dices que soy triste...
yo soy como tú me hiciste,
¡yo soy como tú me hiciste!
No hay comentarios:
Publicar un comentario