Quizás alguna tarde, cuando el tiempo
pinte una cana más en tu cabello,
lo veas pasar;
temeroso de todo, como huido,
sin saber dónde ir ni en qué sentido
ni a qué lugar.
Quizás alguna tarde, cuando el aire
pase a través de ti y no haya nadie,
lo veas venir
como un pajarillo abandonado
lo verás regresando del pasado
yendo hacia ti.
Este viejo amor mío descarriado,
descendiente lejano del pasado
siempre fue así:
perseguidor de sueños imposibles,
ladrón de lo más inaccesible,
un infeliz.
No lo dejes pasar sin contemplarlo,
no lo dejes marchar sin avisarlo
que aún estás
en la puerta entreabierta de los sueños
que se fueron haciendo más pequeños,
cada vez más.
No dejes que prosiga su camino,
perdedor como siempre, peregrino
de una ilusión
que a fuerza de tropiezos y reveses,
le falló la esperanza muchas veces
y la emoción.
Atrápalo un minuto en su escapada,
recógelo un momento en tu mirada,
hazle sonreír
con una tierna caricia de tus manos,
y con un "no te olvido, aún te amo",
deja a este viejo amor que vuelva a huir
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