Mírame
que tus ojos encienden las luces del alba
con la fe
que amanece a quien viene detrás de la nada,
mírame
que te doy media vida por una mirada
de esos ojos que anuncian amor y nostalgia,
de esos ojos que aúnan dolor y esperanza.
Háblame
que el silencio se rompe con una palabra
de esas que
me traspasan la piel y me llegan al alma,
háblame
que tu voz me fascina, me llena de calma,
que te escucho en el día y en la madrugada
porque estamos unidos en un mar de distancia.
Bésame
que tu boca es la fuente que colma mis ansias
y yo sé
que al besarnos redoblan todas las campanas,
bésame
que por un beso tuyo las alas son blancas,
el color de la mar es un verde esmeralda
y este mundo no gira, tu beso lo para.
Ámame,
abre tu corazón a este hombre que te ama
y hazme ser
una sombra en el Sol, una hoguera en la escarcha,
ámame
abandona tu piel, que mi piel te reclama,
que tu cuerpo y mi cuerpo se vuelvan dos llamas
y que arda el amor, y que muera y que nazca
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