Esta tarde
me han mirado tus ojos,
manantiales
del color de la vida,
y en el aire
tu mirada y la mía
un alarde
de la melancolía.
Esta tarde
me han besado tus labios,
manantiales
del sabor de la vida,
y en el aire
tu sonrisa y la mía
viento suave
de la melancolía.
Esta tarde
me han rozado tus manos,
manantiales
del calor de la vida,
y en el aire
tu caricia y la mía
puro arte
de la melancolía.
Esta tarde
desperté de mis sueños,
manantiales
de tu ausencia infinita,
y en el aire
tu distancia y la mía
roja sangre
de la melancolía
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