martes

BUENOS AIRES


Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver,
no habrá más penas
ni olvido.

El farolito de la calle
en que nací
fue el centinela de mis promesas
de amor,
bajo su inquieta lucecita
yo la vi
a mi pebeta luminosa
como un sol.

Hoy que la suerte quiere que
te vuelva a ver,
ciudad porteña
de mi único querer,
oigo la queja
de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda
el corazón.

Mi Buenos Aires,
tierra florida
donde mi vida
terminaré.

Bajo tu amparo
no hay desengaño
vuelan los años,
se olvida el dolor.

En caravana
los recuerdos pasan
como una estela
dulce de emoción,
quiero que sepas
que al evocarte
se van las penas
del corazón.

Las ventanitas de mis calles
de Arrabal,
donde sonríe una muchacha
en flor;
quiero de nuevo yo volver
a contemplar
aquellos ojos que acarician
al mirar.

En la cortada más maleva
una canción,
dice su ruego de coraje
y de pasión;
una promesa
y un suspirar
borró una lágrima de pena
aquel cantar.

Mi Buenos Aires querido....
cuando yo te vuelva a ver...
no habrá más penas
ni olvido...

(Gardel)

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