viernes
DE PUNTILLAS
Pasé de puntillas
rozando el silencio
sin desmoronarlo,
pasé sin notarlo
dejando en un día
mi tiempo y mi espacio.
Quizá sin quererlo
le puse a tu reja
un aire distinto
y allí a tu camino
le traje un aliento
como un peregrino.
¡Qué pena que solo
tuviera un segundo
calmando tus brisas,
qué pocas sonrisas
arranqué a tus labios,
arañé a tu prisa!
Le puse un motivo
al viejo rosario
de tus vanidades
con cuatro verdades
que casi ni dije
por casi ni hablarte.
Quizá sin quererlo
le puse a tu reja
un aire distinto
y allí a tu camino
le traje un aliento
como un peregrino.
¡Qué pena que solo
tuviera un segundo
calmando tus brisas,
qué pocas sonrisas
arranqué a tus labios,
arañé a tu prisa!
Qué pena que solo
tuviera un segundo
calmando tus brisas,
qué pocas sonrisas
arranqué a tus labios,
arañé a tu prisa...
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