Cuando regreses, amor,
cerraré el mundo tras la puerta,
y el silencio será un clamor
donde tu voz será mi fiesta.
Mis dedos dibujarán
cada historia en tu cintura,
y en tus ojos se perderán
para olvidar la cordura.
Cada latido será un faro
guiándome a tu orilla,
cada suspiro, un naufragio
que en tu abrazo brilla.
Un mar de besos
rompiendo en tu piel,
olas de fuego
que me arrastran también.
Navegaré lento,
bebiendo tu aliento,
hasta encontrarme
en tu marea sin tiempo.
La distancia fue un invierno,
pero tu regreso es verano,
y en la lluvia de tus labios
me volveré océano.
La noche será un mantel
para el banquete de tu risa,
y tu sombra y la mía
bailarán sin prisa.
Cada caricia será un verso
que la piel recita,
cada mirada, un secreto
que tu alma invita.
Un mar de besos
rompiendo en tu piel,
olas de fuego
que me arrastran también.
Navegaré lento,
bebiendo tu aliento,
hasta encontrarme
en tu marea sin tiempo.
Y cuando amanezca,
seremos marea,
nadie sabrá
dónde empieza la entrega.
Un mar de besos,
sin puerto ni fronteras,
tormenta dulce
que a tu alma se aferra.
Un mar de besos,
eterno y profundo,
que en un abrazo
nos cubra el mundo
(Letra y música: J. De Lucas)
(Voz: P. Agromayor)
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