jueves

DORMIR EL ALMA


Por el humo se sabe
donde está el fuego;
del humo del cariño
nacen los celos...

Son mosquitos que vuelan
junto al que duerme
y zumbando le obligan
a que despierte.

¡Si yo lograra,
de verdad para siempre,
dormir el alma!
Y, en la celdilla del amor aquél,
borrar el vértigo
de aquella mujer.

Por una puerta
del alma va saliendo
la imagen muerta.
Por otra puerta llama
la imagen que podría
curarme el alma.

Se me entra por los ojos
y a veces sueño
que ya la adoro.
Cariño de mi alma
recién nacido,
la llama extingue,
de aquel cariño...

¡Vana ilusión!

En amores no vale
matar la llama,
si en las cenizas muertas,
queda la brasa.

El amor se aletarga
con los desdenes
y parece dormido,
pero no duerme.

¡Ay, quién lograra
de verdad para siempre
dormir el alma!
Y, en la celdilla del amor aquel,
borrar el vértigo
de aquella mujer.

Por una puerta
del alma va saliendo
la imagen muerta.
Por otra puerta llama
la imagen que podría
curarme el alma.

Se me entra por los ojos
y a veces sueño
que ya la adoro.
Cariño de mi alma
recién nacido,
la llama extingue,
de aquel cariño...

¡Vana ilusión!

En amores no vale
matar la llama,
si en las cenizas muertas,
queda la brasa.

El amor se aletarga
con los desdenes
y parece dormido,
pero no duerme.

¡Ay, quién lograra
de verdad para siempre
dormir el alma!
Y, en la celdilla del amor aquel,
borrar el vértigo
de aquella mujer.

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